Está llegando otoño y… para estas fechas me gusta dominar a mi esclavo enseñándole a idolatrar mis botas. Él sabe de primera mano, que me encanta ensuciarlas y, a ser posible, llenarlas de barro. Cuanto más sucias estén… ¡más placer me dará ver a este pobre desgraciado lamer y tragar el barro de mis espléndidas botas!
Esto del trampling puede ser un tema complicado si no se sabe hacer. Todos los protagonistas deben ser conscientes de dónde está el dolor y ver sus límites. Sin embargo, una vez que lo controlas, es algo que gusta, que quieres repetir y demostrar que puedes valer para servir a una Ama. El siguiente vídeo es realmente una prueba de fuego para nuestro amigo, que aguanta el trampling que le hacen entre varias modelos con botas altas.