Pobrecito…con lo suave y majos que son los peluches (muchos los adoran) esta chica no tiene miramientos en llevarselo al parque y sacrificarlo de la forma más cruel. El peluche sintio en sus algodones lo que son unas botas de tacón alto en todo su potencial, tanto es así que acaba hecho pedazos. Así pues, el
primer tanto se lo anotamos al cuero…